14 de enero de 2013

"La ironía es una tristeza que no puede llorar y sonríe"

Una estrategia discursiva que utilizamos siempre, y muy a menudo sin darnos cuenta, es la ironía.


La palabra ironía viene del griego είρωνεία, significa que emisor demuestra una cierta ignorancia fingida o disimulación. Se trata de un mecanismo retórico, una técnica literaria o situación en la que hay una incongruencia entre lo que se dice de manera literal y lo que hay implícito en el significado.
Este recurso retórico se puede utilizar en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Como por ejemplo:
       - Ironía es vivir en un país donde los policías acostados detengan más carros que policías de verdad a delincuentes.

La ironía en el ámbito docente puede tener como objetivo cautivar la atención y simpatizar con los alumnos. Pero también puede tener efectos negativos como por ejemplo que no sea entendida por el/los receptores y/o que se ofendan. Pero si se consiguen los efectos positivos se creará un vínculo entre alumno y profesor que les hará interesarse más por la materia que están aprendiendo.  

Varios ejemplos actuales de ironía en la clase podrían ser:

       -  ¿Algún profesor más quiere poner más trabajos? ¡Por favor, mandad más, que no son    suficientes!
       - Me encanta que mi profesor nos de los esquemas del tema y no se entienda nada, y encima solo la introducción sean dos folios.


A continuación les dejo un mapa conceptual sobre la relación entre ironía y cortesía.